Para transportar muebles y enseres durante una mudanza o porte, no necesariamente hay que contratar el servicio completo. El alquiler de furgoneta es una alternativa en la que el cliente paga solo por utilizar el vehículo en el que movilizará los objetos.
Hay para todo tipo de traslado. Puede ser que el propietario de un negocio quiera transportar algunas cajas con mercancía o que una familia desee contratar los servicios de esta clase de coche para un día de camping.
Actualmente no hay mayor complicación para contar con la posibilidad de rentar un coche de carga sin que incluya el chofer. Es un trámite simple, seguro y -dependiendo del tipo de auto- barato. También puede ser con chofer y ayudante.
Soluciones sin complicaciones
Al momento de un alquiler de furgoneta el cliente especifica si usará el transporte pocas horas, solo un día, varios o si el periodo será bastante extenso; las condiciones son pactadas sin mayores inconvenientes con el proveedor.
En España hay una red amplia de alquiler de estos vehículos, por lo que no será complicado hallar una compañía dedicada exclusivamente a este tipo de transacción.
Al momento de elegir hay que tener en cuenta para qué la queremos, a fin de no caer en el alquiler de furgonetas demasiado costosas, si lo que haremos será por pocas horas y no amerita una tan grande. Lo mejor es dirigirse a la empresa o ver el catálogo que suelen ofrecer en línea, así se escoge el tamaño correcto.
Variedad en alquiler furgoneta
Las hay compactas, buenas para traslados dentro de la ciudad. Son cómodas de conducir y su consumo de combustible no es alto. Son espaciosas y tienen capacidad de 500 a 600 kilos en la cava.
Las furgonetas más pequeñas sirven para portes o pequeñas mudanzas, tampoco consumen demasiado combustible; mientras que las medianas ofrecen buena capacidad de carga. Estas también son alquiladas comúnmente por fontaneros y constructores, pues facilita el transporte de sus herramientas.
Otro tipo son las de larga distancia entre ejes, usadas para llevar cargas más pesadas y grandes. Resultan costosas, precisamente por su tamaño. Las caracterizan sus techos altos, así que hay que asegurar bien lo que se lleve en ellas, para que con el movimiento no sufran daños.
Sea para mudanzas o actividades más puntuales, si no posees un coche grande y requieres transportar mobiliario u objetos que no son pequeños, invierte alquilando una furgoneta, porque en ella tus pertenencias viajarán seguras.